Digo marcan y no marcaron puesto que no dejo de verlas. Siempre me influyen de alguna manera en el estado del ánimo y de manera muy positiva. Ver películas es una de esas actividades que me ayudan en varios niveles. Concentración, estado de ánimo, rememorar viejos y polvorientos valores personales o alejarme de una de esas clásicas situaciones en las que lo ves todo oscuro. Siempre tienes esa esperanza, ¿verdad?, tienes a esos amigos tras la pantalla que, pese a conocer bien las historias que están dispuestos a contar, consiguen emocionarte una vez y otra al tiempo que repasas mentalmente los diálgos, los gestos o las circunstancias.
A continuación os dejo mi lista. ¿Por qué once? Pues porque por algún sitio tendría que cortar.
10. Jurassic Park: Ya ha llovido. Recuerdo aquel boom por los dinosaurios. La colección de fascículos (que tengo completa y perfectamente encuadernada, ¡gracias mamá!), las series de televisión, las películas que derivaron de ella... Unos efectos impresionantes, de nuevo fuerte presencia de la tecnología y de la ciencia. Comencé a acuñar palabras como ADN y genética, queriendo aplicarlas en cuanto me fuese posible. Aprendí mucho en mi niñez sobre dinosaurios gracias a Parque Jurásico. Y me sigue encantando.
9. La Naranja Mecánica: La primera vez que la ves... te quedas a cuadros. Más si la ves en tu juventud (cosa poco recomendable) pero el modo en que está ambientada, el tratamiento, lo raro, las escenas... Esta creo recordar que fue la primera película que supe de Kubrick convirtiéndole desde entonces en uno de mis directores favoritos (otro día os hago otro ranking). La forma de expresarse, la dicción, la fuerte presencia de Beethoven durante toda la película, la novena sinfonía... brillante.
8. Mucho Ruido y Pocas Nueces: De esta película saqué inigualables actores. El reparto es de lo más variopinto, mirándolo desde el prima del tiempo. Una obra de Shakeaspeare bien adaptada y muy divertida, que me costaba entender de niño y que disfruto como nunca ya de mayor. La ironía, los puñales volando en boca de todos, la trama...
7. Cantando bajo la lluvia: Vi por primera vez en esta película al grandísimo Gene Kelly y es el único musical que realmente me gusta y disfruto. Despertó mi admiración por el actor, por sus bailes, su voz al cantar, su perfección en los pasos, las coreografías, ... Un musical de vieja escuela y un clásico por sí mismo.
6. Quo Vadis: La ironía del gran Petronio, el despiadado Nerón, la ambientación histórica tal y como se hacía en aquellos años y el doblaje (cosa que disfruto mucho o me desagrada profundamente en una película) fueron algunos de los factores que me enamoraron de esta producción. Solían ponerla siempre en esa época de Semana Santa (este último año, llegué a verla en tres canales distintos... ¡a la vez!). Humor, historia, intriga romana, conspiración... Tenía que haber alguna de éstas en mi lista, del corte de Ben-Hur, Espartaco o Los Diez Mandamientos. Y esta es mi favorita.
5. Indiana Jones y la Última Cruzada: Tengo la sensación de haber crecido con esta película. La recuerdo en mi vida desde que tengo memoria. También recuerdo una noche que la pusieron en la televisión y en familia la grabamos con el vídeo, evitando los anuncios de rigor y en una calidad pésima. ¡Pero las vueltas que le habré dado! Y la de historia que he aprendido. Indi despertó junto con Jurassic Park la chispa de la arqueología en mí. Al final es algo que quedó atrás pero desenterrar literalmente la historia, pese a ser un tema completamente diferente al que estoy dedicando mi vida, es algo que me apasiona. El Grial, la lucha contra el mal, la aventura... Si añades a Harrison Ford y Sean Connery, tienes una obra maestra.
4. Star Wars (IV, V, VI): Al igual que la anterior, la saga inicial de Star Wars es uno de mis amuletos. Al margen de friki-clichés, es una de esas películas de culto en mi hogar. De esas que te hacen mirar con absoluto desprecio a aquél que no las ha visto o dice no gustarles. ¡En serio! Pero más allá de la súper producción, enseña valores, cuenta historias y aventuras, despega la imaginación y te enamora con sus carismáticos personajes. Después de verla durante tantos años, ya no necisto traducción para los diálogos de R2-D2.
3. El Discurso Del Rey: Me sorprendió. Sabía de sus buenas críticas y un día me animé a verla. Jamás salí tan satisfecho de un visionado. El tema de la dicción, basado en historia real, el trasfondo de una segunda guerra mundial acechando y el hombre enfrentado a su destino, y qué destino, me cautivaron por completo. Me resultó muy original y bien adaptada. Me enseñó algo de historia y lecciones de auto superación. Enfrentarse a los miedos de uno mismo. A tus fantasmas, a tu peor cara. Un diez.
2. El Padrino (I, II): La saga de El Padrino se me resistió hasta que alcancé cierta madurez. Después comienzas a ver la película y ésta te habla, con el lenguaje de la sutileza, con el lenguaje de la imagen y la tragedia. La importancia de los lazos familiares, lo que uno es capaz de hacer por los suyos, el valor de la amistad, el poder del odio y la voluntad de hacer de uno mismo un éxito. Estas películas elevaron a Coppola a un peldaño bastante alto en mi ranking de directores (Drácula también ayudó bastante). Después leí el libro de Mario Puzo y he de decir que me encantó. Rivalizando con la película, pero detallándola aún más. Imprescindible.
1. La Gran Evasión: Tengo recuerdos de esta película desde siempre, también. Disfrutaba de niño viendo cómo cavaban los túneles, cómo se escondían de los monos y cómo Steve McQueen huía en motocicleta o era confinado en la nevera. Todo un desafío por delante, la búsqueda de las soluciones, la ingeniería detrás de las líneas y la astucia. Me encanta cómo elaboraban los planes y después los llevaban a cabo. Una película sin maldad ninguna que nunca me canso de ver.
Y hasta aquí mi top 11. Me he dejado muchas en el tintero, maravillosas todas. Ciudadano Kane, Origen, Matrix, Alien, Rocky, cualquiera de El Señor de los Anillos o Toy Story. Qué grande es nuestro cine.
¡Salugeeks! & #StayAlert!
